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No todos los empleos están hechos para todo el mundo. A veces son las funciones que tienes que ejercer y que no se adaptan a tus competencias laborales; otras, puede ser un ambiente tóxico en el trabajo; la falta de oportunidades; o unas malas relaciones con tus superiores. Hay normalmente abundantes indicios de que ese no es el empleo para ti y que debes dejarlo lo antes posible.
En este post te señalamos las 7 señales más habituales de que debes cambiar ya de empleo. Repásalas y compáralas con tu situación actual antes de tomar una decisión definitiva que luego puedes llegar a lamentar. Si estás decidido a cambiar de trabajo, repasa también aquí las cosas más importantes que deberías tener en cuenta.
Continúa leyendo y descubre cómo cambiar de empleo sobre una decisión bien argumentada que puedas defender ante los actuales o futuros empleadores.
Te estás preguntando cuál es el momento perfecto para cambiar de trabajo. Pues, tu entorno laboral te dará estas 7 claras señales para saber que tienes que tomar la decisión ahora mismo y de forma definitiva.
1. Retrasos con los pagos
Una razón poderosa para abandonar un trabajo es el retraso con los pagos. No tienes por qué esperar más días de la fecha establecida para ser remunerado por los servicios prestados. Tanto los jefes como la empresa deben considerar el hecho de que los trabajadores tienen compromisos económicos que cumplir. Por esa razón, deben responder con sus obligaciones económicas.
2. ¿Siempre estás de malhumor?
Si tu trabajo te hace estar de malhumor, no te queda otra que renunciar. Si la sola idea de acudir todos los días a la oficina te llena de ansiedad, es una señal de que algo no anda bien. Este estado de ánimo puede jugar en tu contra durante cada jornada. Verás que después de terminar tus horas de trabajo estarás mucho más agotado y estresado.
3. Las probabilidades de desarrollo son pocas
Para los trabajadores ambiciosos, las posibilidades de ascenso representan una gran motivación a futuro. Pero si la compañía no demuestra el mismo interés, el nivel de insatisfacción irá creciendo. La situación se vuelve mucho más compleja porque ese estado en el que te encuentras pone en riesgo tu propio rendimiento. Por lo tanto, compromete severamente el nivel de productividad de la empresa.
4. Problemas con tus jefes
La relación entre jefes y subordinados se tensa en momentos coyunturales. Sus diferentes puntos de vista podrían chocar en cualquier momento generando diferencias. Pero se trata de un comportamiento normal en algunas organizaciones, lo cual terminará subsanándose al cabo de unas horas. Si el conflicto es frecuente e interfiere con el trabajo diario, lo mejor es plantearte la retirada inmediata de la empresa.
5. Inviertes la mayor cantidad de tiempo en tu trabajo
Trabajar 40 horas por semana es agotador. Pero la mayoría lo hace porque es una forma de ganar dinero para cubrir los gastos mensuales. El asunto es que inviertes tanto tiempo en la oficina que apenas puedes disfrutar con tu familia.
Si has llegado al punto de llegar a casa solo a dormir, es mejor pensar en una salida inmediata. Busca otras opciones que te permitan tener tiempo libre para invertirlo en ti y otras actividades que te gustan.
6. No sientes que la empresa te valora
Todo trabajador necesita ser valorado por la empresa. Pero hay momentos en los que no recibes comentarios positivos a pensar de haber desempeñado funciones diligentemente. Si el 'feedback' brilla por su ausencia, dará la impresión de que ni a tus jefes ni a la empresa le importas a pesar de tus esfuerzos y tus buenos resultados. Ante esta situación, la mejor salida es buscar nuevas oportunidades de empleo.
7. Aburrido o desmotivado
Hasta ahora se han identificado muchas causas para que un trabajador se sienta aburrido y desmotivado en la oficina: pocas posibilidades de ascensos, tareas monótonas y trabajos sin recursos. Si estás pasando por alguna de estas situaciones, debes comunicarlo a la empresa. Pero si no ves algún cambio positivo para mejorar tu condición, redacta ya tu carta de renuncia y busca nuevos horizontes profesionales.
A pesar de las señales que envía el entorno para cambiar de empleo urgentemente, hay algunos elementos que es importante considerar antes de tomar una decisión definitiva. La Universidad de ESAN los identifica de la siguiente manera:
1. Haz un estudio exhaustivo del mercado laboral
El primer paso es estudiar cómo se desarrolla el mercado laboral, sobre todo el área en la que te desenvuelves. Puede ser que encuentres alguna oportunidad para cambiar de empleo o que definitivamente el sector no ha sido hasta ahora tan productivo como quisieras y tengas que esperar un poco más.
Otro factor determinante es tu valoración profesional. Serás un buen candidato si cuentas con experiencia, conocimiento en ciertas áreas y competencias laborales. Si tienes un perfil extraordinario y otras empresas consideran que tus aportes los ayudarán a crecer, las oportunidades de obtener un mejor empleo crecerán.
2. Comunicación efectiva
La comunicación es la base de una relación entre trabajador y empleado. Por lo mismo, es importante informar a tus superiores sobre la incómoda situación que estás atravesando dentro de la empresa. Es necesario manifestar tus intenciones de crecimiento o de liderar un área que no existe pero que es vital para el desarrollo de la organización. Si ves que no hay respuestas favorables, empieza a tomar cartas en el asunto.
3. Busca el momento oportuno
Los primeros meses de cada año son propicios para empezar a buscar nuevas oportunidades. Es el momento en el que las empresas comienzan sus nuevos planes de expansión y contrataciones. Adicionalmente, es necesario poner en marcha un efectivo plan de networking. Busca entre tu lista de contactos a personas influyentes que aporten información útil sobre el mercado laboral y los puestos disponibles en otras compañías.
Si has decidido poner fin a una relación laboral sin tener otro empleo a mano, lo mejor es contar con una base financiera que te permita vivir sin preocupaciones los meses que puedas estar sin empleo.
Una investigación hecha por Santa Rosa Junior College recomienda evitar los comentarios negativos hacia tu antiguo jefe, puesto y empresa si te preguntan por qué deseas abandonar tu actual puesto de trabajo.
Si te preguntan al respecto en la compañía para la que trabajas responde que tus necesidades de buscar nuevos horizontes profesionales te han llevado a tomar esa decisión. Lo mismo podrías contestar durante la entrevista para un nuevo cargo. Tus superiores entenderán perfectamente tu posición y no reprocharán que quieras buscar esos retos que ellos no pudieron ofrecerte.
Otras respuestas igual de válidas pueden ser: “Estoy buscando una oportunidad para desarrollar nuevas habilidades”, “En mi cargo actual no puedo explotar mis capacidades como quisiera” o “quisiera conocer otro sector”.
