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04 de mayo | 2023
La entrevista de trabajo sitúa al postulante en una posición de debilidad ya que siente que el reclutador tiene el poder de decidir y, por tanto, puede preguntar cualquier cosa. Y es normal que pienses que si no respondes, pueden disminuir tus posibilidades de conseguir ese empleo. Sin embargo, debes saber que hay preguntas que no estás obligado a responder y, si piensas que eso ha afectado tu candidatura, puedes llevarlo ante la autoridad laboral.
¿Qué clase de preguntas resultan prohibidas? En resumen, todas aquellas que resulten discriminatorias o que atenten a tu vida privada. Te dejamos 6 preguntas muy frecuentes que pueden ser ilegales y que no estás obligado a contestar, aunque, si deseas hacerlo, te dejamos unos consejos sobre cómo contestarlas y salir airoso de la situación.
Lee este artículo y distingue las preguntas ilegales en una entrevista de trabajo y cómo responderlas (o no).
Ya sabemos que la entrevista de trabajo es uno de los pasos más importantes del proceso de selección de personal. A ella debes acudir muy bien preparado para evitar improvisar y fallar en tu intento por conseguir ese empleo que tanto has deseado.
Ensayar las respuestas y la forma en la que te dirigirás a tu interlocutor es sumamente importante para reducir los niveles de estrés pero también debes estar preparado por si debes afrontar esos incómodos momentos en los que el reclutador te haga alguna pregunta que jamás debería hacer en el entorno laboral.
Si no lo sabías, hay preguntas que no deben hacerse al candidato en pleno proceso de reclutamiento. De hecho, en algunos países es ilegal hacer ciertos planteamientos pues se les considera supremamente invasivos, al atentar contra la privacidad de las personas. Aun así, hay empresas que se arriesgan a formularlas, ya sea para conocer más al aspirante a un cargo determinado o para saber de qué forma reaccionan ante situaciones incómodas.
Por tanto, no sólo debes estar preparado para impresionar a recursos humanos en la entrevista sino también para contestar y reaccionar ante cualquier cuestionamiento prohibido con los códigos de ética y moral, así como por la ley.
Aquí tienes 6 ejemplos de preguntas que resultan ilegales en una entrevista de trabajo y que, sin embargo, se suelen escuchar:
1. ¿Cuál es tu edad?
La mayoría de las compañías se interesa por la edad del candidato, ya que evita contratar a personas muy mayores o muy jóvenes por un sinfín de razones. Sin embargo, se trata de una de las preguntas prohibidas que suelen hacer los reclutadores de personal. Es importante tener en cuenta que la edad no mide habilidades y capacidades. Si una compañía requiere a un trabajador de una edad específica, debe indicarlo en los anuncios de búsqueda.
2. ¿Casado, viudo, divorciado o en unión libre?
¿Para qué debería una empresa interesarse en el estado civil de un candidato? Para muchos expertos en temas laborales, solo pensar en que un aspirante debe responder esta información tan personal les genera muchísima incomodidad. Al igual que las preguntas relacionadas a la orientación sexual de una persona, es tan irrelevante como ilegal. De hecho, se considera una forma de discriminación, por lo que estás en tu derecho a no contestar si no lo deseas.
3. ¿Quieres tener hijos? ¿Estás embarazada?
La mayoría de las empresas cree que una trabajadora embarazada es una carga. Pero al igual que las personas mayores, cuando se está encinta no se tiene ningún impedimento para desempeñar ciertas tareas. La pregunta puede ser discriminatoria, por lo que también es ilegal. Algo similar ocurre si te preguntan si tienes hijos o si planeas tenerlos en algún momento. Se trata de un asunto personal que en nada influye en el área laboral.
4. ¿Padeces de alguna enfermedad crónica?
Por supuesto que existen compañías cuyas tareas requieren de personal altamente capacitado, tanto física como mentalmente. Por lo mismo, es vital la contratación de personas con un estado de salud estable que no acarree complicaciones más adelante. Antes de preguntar directamente si padece de alguna enfermedad crónica o algún impedimento físico o psicológico para realizar alguna actividad, al trabajador se le debe consultar si se cree capaz de desempeñar una labor en especial.
5. ¿Cuál es tu religión?
La religión es una creencia o costumbre propia de cada individuo y como tal es personalísima. Ninguna compañía tiene el derecho de juzgar el rendimiento de alguien por su condición de cristiano, judío, musulmán u otra creencia. Por tanto, está terminantemente prohibido hacer la pregunta durante la entrevista.
Si tu entrevista incluye este tipo de preguntas, pudieras no responder si te causa incomodidad. También puedes hacerle saber al reclutador de personal sobre la necesidad de mantener esa respuesta bajo estricta confidencialidad.
6. ¿Cuál es tu filiación política?
Al igual que las creencias religiosas, las simpatías políticas no determinan si un trabajador es bueno o es malo. Preguntar sobre las preferencias políticas de una persona o pedirle una opinión al respecto, es sencillamente ilegal. Pero claro… puedes responder si te sientes cómodo, pero recuerda que no estás obligado a hacerlo, ya que no es relevante para obtener un cargo determinado.
A menudo encontrarás que las preguntas que te hacen los responsables de recursos humanos son irrelevantes para el proceso de postulación. Por lo mismo, te damos opciones para salir del paso en un momento tan incómodo y brillar como nadie durante la entrevista:
- No respondas, pero sé muy cortés al argumentar por qué: Nadie puede obligarte a responder una pregunta que sea irrelevante durante el proceso de selección. Debes argumentar que ese asunto es parte de tu intimidad y prefieres mantenerlo en estricta reserva. Si no consigues la aprobación de la empresa y tu candidatura corre peligro por guardar silencio, puedes elevar la denuncia ante los órganos competentes en materia laboral.
- Puedes responder si quieres: Es tu decisión personal responder a preguntas prohibidas en tu entrevista. La primera sugerencia es hacerlo desde un punto positivo para que no afecte tu candidatura. Si te preguntan por tu edad, por ejemplo, puedes decirla sin tapujos, alegando que se trata de una condición que no afectará en nada tu rendimiento.
Si lo ves necesario, busca asesoría de un abogado experto en materia laboral que te pueda orientar si te ves obligado a enfrentarte a este tipo de preguntas.
