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22 de noviembre | 2022
Puede parecerte una cosa obvia pero te sorprendería saber los muchos casos en que no sucede: escucha y observa a tu hijo y ayúdale a potenciar aquello que se le da bien y disfruta haciendo. Todos tenemos un talento natural para algo aunque a veces no resulte sencillo encontrarlo. La felicidad de tus hijos depende de ello ya que el trabajo ocupa una buena parte de nuestras vidas.
Hay muchas cosas que puedes hacer para potenciar ese talento natural de tus hijos y otras tantas que no. Empieza a observar a tus hijos desde muy niños y nunca intentes convertirlos en lo que tú no has podido ser. Respeta sus propios ritmos y no intentes compararlos con otros niños o niñas.
Aquí encontrarás 7 recomendaciones básicas que te van ayudar a distinguir y alimentar los gustos y habilidades de tus hijos. Procura seguirlos porque te lo van a agradecer en el futuro.
Antes de dar conocer cualquier recomendación es preciso que sepas que el desarrollo cognitivo del niño y el conocimiento del mundo que le rodea es fundamental para su crecimiento, así como reconocer sus talentos naturales o capacidades, pues esto incrementa la autoestima, lo hace más seguro y se inicia un proceso de identificación del carácter, gustos y destrezas.
Los padres son las figuras principales que intervienen en ese desarrollo de habilidades cognitivas y sociales que le permitirán más adelante forjar su personalidad y aprender a socializar, según un artículo publicado en la Enciclopedia sobre el Desarrollo de la Primera Infancia.
1.- Atiende esas actividades que disfrutan
Lo primero que debes hacer es observar las tareas que le agradan a tus hijos y por supuesto que tengan facilidad en hacerlas. Por ejemplo, al realizar sus actividades escolares observa atentamente en qué tipos de juegos tiene especial talento, su capacidad de memoria, desempeño en los deportes, si le gusta la música, baila, su creatividad para pintar o inventar cuentos.
En cuanto a las potencialidades y métodos de aprendizaje, la Teoría de las Inteligencias Múltiples indica que hay ocho clases de inteligencia y diferentes formas de probarla dentro de cada categoría.
Así, el comportamiento de nuestros hijos es la clave para que tú como padre o madre sepas por dónde comenzar a conducirlos a desarrollar su vocación. Te invitamos a que te involucres más en sus intereses. En todo lo que hagan, ten en cuenta si se aburren, qué les causa curiosidad o alegría, de qué forma se les hace más fácil o difícil.
2.- Comienza en la etapa preescolar
El momento ideal para iniciar nuestra labor de estudiar los gustos y habilidades de los pequeños es justo cuando entran en la edad preescolar o primaria, es lo que aconseja Gabriela García González, educadora y experta en desarrollo personal integral para mujeres y niños.
La coaching para niños y especialista en el empoderamiento infantil y femenino también señala que los padres actuamos solo como guías pues en estos años ellos están prestos a ser principiantes en cualquier cosa y son poco influenciables, de modo que es importante descubrir desde esta etapa lo que les apasiona.
La manera de ayudarlos es mostrándole una variedad de actividades, así te asegurarás de en cuál destaca más. Recuerda que esto es un proceso de ensayo y error, tómalo como una aventura en la que juntos sabréis donde puede enfocarse para partir en el estudio que lo llevará a su oficio en la vida.
3.- Respeta su ritmo de aprendizaje
Un error de los padres es tratar de presionar a los niños o exigirles celeridad en tareas. Recuerda que cada individuo tiene su propio ritmo para dominar alguna operación. Dependiendo de la actividad, hay niños que sobresalen por su agilidad para aprender, mientras que otros se retrasan un poco más.
Así que no te desesperes, dedícales el tiempo que requieran, deja que todo fluya y no los abrumes con muchas actividades extracurriculares, porque sería contraproducente para ayudarlos a conocer su talento.
Está bien no lograrlo a la primera. Es válido volver a intentarlo y debes hacérselo saber a tus niños para no dañar su autoestima. Trata que este proceso sea más bien divertido, sin estrés, para evitar que tus hijos terminen agotados y desinteresados.
4.- Utiliza los juegos como principal aliado
No olvides que jugar es la actividad favorita de los niños, así que aprovecha todos los beneficios que aportan los juegos infantiles para aprender y descubrir su potencial.
Invierte tiempo en jugar con tus hijos, haz que de una forma entretenida sepan en qué son buenos. Investigaciones revelan que jugar con los padres y otros compañeros de su edad es fundamental para prosperar. Aprovecha los ratos libres para desarrollar sus habilidades, anímalos a probar o practicar toda actividad que estimule sus capacidades para saltar, cantar, memorizar o adivinar.
5.- Acéptalos como son y bríndales todo tu amor
Hay un error frecuente en los padres de ver realizados sus sueños en sus hijos. No en todos los casos tus pequeños puedan demostrar interés en las misma cosas que tú a su edad. No les obligues a hacer cosas que no les interesa, pero a ti sí. Está demostrado que el entorno y el apoyo de los padres repercute de manera positiva en el aprendizaje de los infantes, específicamente en el desarrollo cognitivo, el rendimiento académico y la alfabetización.
Acepta su forma de ser, gustos y sobre todo ámalos; es la vía de demostrarles tu apoyo. Comprende que a medida que vayan creciendo también otros agentes socializadores influirán en sus aficiones, aunque sean momentáneas. Solo cuida que sean positivas y dale toda la libertad para que conozcan su pasión.
Lo importante es que nuestros hijos crezcan haciendo lo que les aporte felicidad, asi que como padres debemos guiarlos, no forzarlos, porque de ser así nuestro rol habrá fracasado y haremos de nuestros niños futuros adultos llenos de inseguridades.
6.- No transformes su afición en una imposición
Si tu hijo se encuentra en la etapa de haber encontrado su talento, no lo fuerces ni lo presiones a ser el mejor, dedicándole horas y horas de prácticas. ¿La razón? Corres el riesgo de frustrarlo en vez de estimularlo, pueda que sienta que no es lo suficientemente bueno.
No hagas que deje su pasión (determinante para descubrir su talento) llevándolo a un nivel de obligación, pues para nada es sano que nos obsesionemos en convertir a nuestros niños en personas perfectas. Evita críticas negativas porque puedes llevarlos a convertirse en pequeños introvertidos y hasta que quieran alejarse de ti.
Lo que sí debes hacer es alentarlos en todo momento, aplaudiendo su esfuerzo y dedicación. En otras palabras, deja que disfrute su experiencia, que aprenda y descubra mucho más.
7.- Nunca hagas comparaciones con otros niños
Cada persona es única y debe ser respetada, no atentes contra las emociones de tus hijos haciendo comparaciones sobre destrezas o la inteligencia de otros compañeros y hermanos con la suya, jamás muestres decepción. De otra forma, estarías creando un problema en la relación padre-hijo.
La idea es fomentar sus dones naturales, puedes incentivarlo cuando valoras sus capacidades. Por pequeño que sea un logro, felicita a tu hijo y enséñale que para lograr experiencia en una actividad o alcanzar lo que se proponga, es necesario trabajar con constancia y dedicación.