Sigue estas pautas de descanso para niños y adolescentes

04 de septiembre | 2023

Introducción

El descanso es esencial para el bienestar y desarrollo de niños y adolescentes. Durante el sueño, el cerebro se restaura permitiéndoles así absorber información, resolver problemas y mantener una actitud positiva durante el día. Dormir lo suficiente es clave para un óptimo rendimiento escolar, una mejora del comportamiento, la atención o la creatividad así como una reducción del estrés.

Encuentra aquí unos consejos (de acuerdo a la edad del menor) para unas pautas adecuadas de descanso para que niños y adolescentes alcancen su máximo potencial y disfruten de una vida plena. Crea hábitos saludables y establece rutinas para garantizar un descanso reparador y beneficioso para su crecimiento y bienestar general. La falta de sueño puede acarrear problemas en el comportamiento, el estado de ánimo y la salud en general.

Asegura un futuro brillante a tus hijos proporcionándoles así el descanso que necesitan.

Índice de contenidos:

  1. ¿Por qué el descanso es tan importante?
  2. Las necesidades de sueño cambian
  3. No son de piedra
  4. ¿Problemas para dormir?
 

¿Por qué el descanso es tan importante?

El descanso permite restaurar los recursos que se han utilizado durante el día. Un cerebro bien descansado puede absorber información rápidamente, resolver problemas y disfrutar del día sin dificultades. Además, durante el sueño, algunas áreas del cerebro se activan, lo que es crucial para su desarrollo. Los beneficios de un buen descanso son numerosos. 

Así, los niños y adolescentes que duermen lo suficiente tienden a ser más creativos, pueden concentrarse durante más tiempo y tomar decisiones positivas. También cuentan con más energía durante el día y mantienen relaciones positivas con los demás. Además, el sueño adecuado mejora la capacidad de recordar y aprender cosas nuevas.

Por el contrario, dormir poco tiene consecuencias negativas que no pueden ser compensadas con una noche extra de sueño. Los niños y adolescentes que no descansan lo suficiente pueden experimentar problemas en su comportamiento, estado mental o salud en general. Son así más propensos a tener dificultades para levantarse por la mañana y suelen estar cansados durante el día.

A nivel cognitivo, un niño o adolescente que duerme poco muestra poco interés, atención y motivación en las actividades diarias, suelen olvidar las cosas, tienen visión borrosa y se les hace difícil aprender nueva información. En el aspecto emocional, notarás cómo suelen estar de mal humor y con señales de irritabilidad, son más impulsivos y muestran señales de estrés.

 

Las necesidades de sueño cambian

Es esencial reconocer que las necesidades de sueño varían de acuerdo a la edad. Los bebés, los niños pequeños o en edad preescolar, preadolescentes y adolescentes tienen requerimientos de sueños diferentes. Esto se debe al ritmo circadiano (también conocido como el reloj del cuerpo), un ciclo de 24 horas que indica al niño cuándo debe dormir y que cambia con la edad del pequeño ya que, al pasar el tiempo, necesitará menos horas de sueño. 

Las indicaciones varían de autor a autor, pero el trasfondo es similar. La Sociedad Pediátrica de Canadá, por ejemplo, da la siguiente guía sobre la cantidad de horas diarias que los pequeños deben dormir (incluyendo las siestas):

Niños de 1 a 3 años: Deben dormir de 10 a 13 horas diarias. En este periodo, el niño empieza a caminar y va durmiendo siestas cada vez más cortas. El ciclo de sueño nocturno es más largo. Con estas edades los niños suelen mostrarse reluctantes a crear una rutina pero es necesaria crearlas para que el descanso sea positivo.

Niños de 3 a 5 años: Son niños en edad preescolar y deben dormir de 10 a 13 horas diarias. Es común que los niños dejen de dormir la siesta convirtiéndose en algo que ocurre algunos días sí y otros no. Durante la transición se sugiere llevar al niño durante la tarde a lugares tranquilos donde puedan recargarse y relajarse. Intenta que se vaya a dormir más temprano para compensar las horas de la siesta.

Niños de 6 a 13 años: La Fundación Nacional del Sueño recomienda que el niño y preadolescente descanse de 9 a 11 horas diarias. Los niños están ya en la escuela y necesitan un sueño adecuado para aprender y concentrarse en sus actividades diarias. Aquellos que no duermen lo suficiente pueden tener dificultades tanto de concentración como para mantener relaciones interpersonales y rendir bien en el colegio o en las actividades extraescolares.

Adolescentes de 14 a 17 años: Se recomienda que los adolescentes duerman de 8 a 10 horas diarias pero muchos de ellos no logran dormir lo suficiente debido a sus responsabilidades y actividades. Es común que se sientan cansados y agotados.

 

No son de piedra

Es importante tener en cuenta que cada niño es único y puede variar en la cantidad de sueño que necesita. En algunos casos, los niños dormirán más de lo recomendado y en otros días, dormirán menos. Sin embargo, es esencial establecer rutinas y horarios para garantizar un descanso adecuado, sobre todo en períodos de estrés.

 

¿Problemas para dormir?

Si un niño o adolescente presenta problemas para dormir, es necesario identificar las posibles causasExisten 3 problemas comunes a la hora de dormir:

1) Falta de sueño: Los niños a veces no duermen lo suficiente y tienen problemas para conciliar el sueño por la noche. Esa puede ser la causa de que tu hijo se muestre irritable e intranquilo. La falta de sueño puede deberse a la falta de siesta o a que se acuesta muy tarde.

2) Problemas de separación: Muchos niños muestran problemas cuando su figura de apoyo (la madre, en muchos casos) no está allí. Les cuesta relajarse y les cuesta dormir, de hecho, se muestran irritables cuando llega la hora de hacerlo. Si eso ocurre, acompáñalo un rato a la hora de dormir o dale un objeto de seguridad (mantas, osos de peluche, una lámpara, etc).

3) Pesadillas: Si las pesadillas son recurrentes (una respuesta al estrés físico o a un evento que haya impactado negativamente sus emociones), abraza al niño con fuerza y cálmalo.

Para mejorar la calidad del sueñolimita su tiempo frente a las pantallas. Elimínalas de la rutina (sobre todo antes de dormir) y evita alimentos con cafeína. Actividades relajantes, como leer un cuento o escuchar música tranquila, pueden ser útiles antes de acostarse. Si los problemas persisten, consulta a un médico para identificar posibles causas y recibir orientación adecuada. Un sueño adecuado es esencial para su desarrollo físico y mental.

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