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24 de julio | 2023
Preparar y hacer bien un examen pueden resultar tareas muy estresantes pero si cuentas con herramientas adecuadas podrás superar esa sensación y lograr el mejor rendimiento. A menudo, el miedo a no estar suficientemente preparado, el estrés del examen o la falta de tiempo pueden generar en los estudiantes un aumento de sus niveles de ansiedad.
Encuentra en este post 6 útiles consejos que te ayudarán a preparar tus exámenes de manera efectiva, evitando el estrés y aumentando tus posibilidades de éxito. Si no te preparas adecuadamente, recuerda, obtendrás resultados negativos y eso puede generar aún más ansiedad y estrés en el futuro. Por eso, es importante conocer y aplicar regularmente técnicas de estudio adecuadas para alcanzar tus objetivos académicos.
Empieza desde ya. No te rindas ante el estrés y conviértete así en un estudiante con éxito.
Presentarse a un examen puede ser muy estresante, pero hay maneras de controlar la ansiedad para tener éxito. Con estos 6 consejos, puedes prepararte adecuadamente y obtener calificaciones excepcionales:
1. Prepárate adecuadamente
La forma más efectiva de reducir la ansiedad antes de un examen es, claramente, estudiar bien los contenidos que se ponen a examen. Eso te dará la tranquilidad necesaria para reducir los niveles de ansiedad. Mientras más conocimientos adquieras, mayor será tu confianza y, por tanto, más cómodo y relajado estarás en el momento de la prueba. La preparación te da los recursos y la confianza necesaria para obtener una buena calificación.
2. Practica ejercicios de respiración
Mantener la ansiedad bajo control es fundamental en un examen. Resulta muy útil conocer las mejores técnicas de relajación que te ayudarán a hacerlo. Los ejercicios de respiración son infalibles para liberar el cuerpo de estrés. Si sientes que te ahogas y que estás agobiado, inhala lentamente y exhala de manera suave y repetida. Repite estos ejercicios varias veces hasta que te sientas un poco más tranquilo y relajado.
3. Toma un descanso, sobre todo el día anterior
No es recomendable practicar ejercicios o repasar el contenido de la evaluación el día anterior al examen ya que genera mayor ansiedad y estrés. Es posible que no recuerdes algunos conceptos y eso te despierte un sentimiento de frustración. Es mejor descansar para despejar tus pensamientos. Antes de ir a la cama, prepara los materiales y herramientas que vas a necesitar para el examen, y procura dormir el mayor tiempo posible.
4. Sé puntual
Llega al lugar del examen con al menos 10 minutos de anticipación. Es tiempo suficiente para hacer un breve repaso de las materias y relajarte un poco antes de empezar. Si llegas justo a tiempo, no rebajarás el nivel de estrés y la ansiedad podría hacerte cometer graves errores. Dedica unos minutos a hacer algún ejercicio y aléjate de tus compañeros. Hablar con ellos sobre los temas a evaluar no te ayudará en nada.
5. Lee el examen antes de responder
Es fundamental leer con mucho cuidado todos los enunciados del examen antes de comenzar a responder. Reducirá el margen de error en tus respuestas. Comienza contestando las preguntas que mejor dominas y luego sigue con las demás. Mide también el tiempo asignado para el examen y determina cuánto dedicarás a contestar cada pregunta.
Si tienes alguna duda sobre alguna pregunta, continúa con las demás y vuelve a ella al final con un poco más de calma. Según vayas respondiendo, irás cogiendo más confianza y seguridad. Saber que vas superando con éxito los enunciados calmará tu estrés y ansiedad.
6. Mantén una actitud positiva
Una actitud positiva te ayudará a enfrentarte sin estrés al examen. Conserva la calma tanto durante la preparación como durante la prueba. Una actitud positiva te hará sentirte más motivado y productivo para obtener resultados favorables. Si sólo piensas en lo malo, experimentarás una sensación de bloqueo que hará que olvides parte del contenido que debes responder. Reducirá también tu concentración y te hará más difícil superar el examen.
Una técnica de estudio muy efectiva y cada vez más popular entre los estudiantes es estudiar menos horas pero más días. Básicamente, se trata de memorizar y retener mejor la información estudiada en sesiones cortas pero más frecuentes. Esto significa que en lugar de estudiar ocho horas cada tres días, se pueden dedicar dos horas diarias durante dos semanas para lograr un mejor rendimiento académico.
Esta técnica requiere una mayor planificación de los contenidos pero te dará más tiempo para repasar los conceptos clave. Los expertos también recomiendan evitar cualquier tipo de distracción, como las redes sociales o aplicaciones de mensajería instantánea. Te quitarán tiempo y no te permitirán concentrarte. Por tanto, apaga el móvil y déjalo unas horas en otra habitación.
Además, es fundamental estudiar en un ambiente tranquilo y sin ruido para favorecer la concentración. Para ello, es importante pedir a los demás miembros de la casa que eviten interrumpirnos, a menos que sea necesario.