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08 de julio | 2022
El concepto de educación emocional no sólo se ha normalizado en el vocabulario educativo, entre profesores, sino que también ha acabado por extenderse por todos los medios de comunicación. Parece que está en todas partes, ¿verdad? Y mucho más así en el periodo de pandemia de coronavirus que ha padecido todo el mundo.
Educación emocional, competencias emocionales, inteligencia emocional son conceptos relacionados y es importante identificarlos. Mucho más cuando hablamos de la educación emocional infantil y su gran importancia en el bienestar de los niños. Identificar emociones, expresarlas con libertad, es parte fundamental del proceso educativo desde primaria y conlleva numerosos beneficios.
Te aclaramos todos estos conceptos en el siguiente artículo a la vez que analizamos las principales competencias emocionales que debe adquirir un niño y que, a la par de una adecuada educación académica, van a ayudarle a llevar una vida completa y saludable.
La educación emocional o educación de las emociones ayuda a mejorar el rendimiento académico de los niños, reducir el acoso escolar, reducir las tasas de abandono y desarrollar el carácter.
Bien implementada, la educación emocional infantil afecta positivamente el éxito de los estudiantes en la escuela. Los estudios muestran que las habilidades socioemocionales, como la resolución de problemas, la autorregulación, el control de impulsos y la empatía, ayudan a mejorar los estudios, reducen los comportamientos sociales negativos y crean climas positivos en el aula.
También ayuda a los niños a manejar con éxito la vida cotidiana y a los estudiantes a concentrarse, a tomar buenas decisiones y a convertirse en miembros solidarios de su comunidad mucho más allá de la escuela.
La educación emocional ayuda a construir una base que respalda el éxito de los estudiantes tanto a nivel personal como académico. Cuando los niños están equipados con habilidades de este tipo, son más capaces de aprender y contribuir a un clima escolar positivo.
Y, en líneas generales, la educación de las emociones y la inteligencia emocional en la educación brindan a las personas, desde la niñez hasta toda la vida, las herramientas que necesitan para construir y mantener relaciones positivas, controlar emociones fuertes y expresar empatía.
¿Educación emocional qué es? Entendiendo el concepto de educación emocional en el aula y la pedagogía de las emociones, es fácil deducir su importancia durante el coronavirus, pues si los estudios han demostrado que es abrumadoramente beneficiosa en tiempos normales, durante la pandemia se ha convertido en una verdadera necesidad.
El confinamiento y las nuevas normas sociales producto de la pandemia, han traído consigo nuevos factores estresantes, además de conexiones reconfortantes que han sido eliminadas y rutinas que han sido modificadas de manera considerable.
Esto sin contar con que muchos estudiantes que han perdido a sus seres queridos por el virus, por lo que pueden estar luchando con preocupaciones sobre salud y seguridad, mientras se enfrentan al mismo tiempo al aislamiento social o las dificultades de aprender de forma remota.
En este contexto, la educación emocional y educación emocional primaria viene siendo una herramienta sumamente importante, pues para nadie es un secreto que todos estos cambios pueden y van a influir en la salud, bienestar y capacidad de aprendizaje de los niños.
De manera que es urgente centrarse en el aprendizaje emocional de los estudiantes, además de centrarse en el aprendizaje académico, para poder afrontar la crisis actual. La educación emocional infantil es la respuesta.
Y para entender a profundidad todo este concepto, vale la pena investigar un poco más sobre lo que significa Bisquerra educación emocional o Rafael bisquerra educación emocional.
¿Cuáles son los beneficios de una adecuada educación emocional? Educar las emociones es urgente ya que los niños necesitan apoyo e instrucción para desenvolverse con éxito en la escuela (en persona u online) y en la vida.
Los pequeños necesitan habilidades para reconocer y manejar las emociones, ser un buen amigo, controlar los impulsos, comunicarse de manera efectiva y trabajar con los demás y una buena manera de fortalecer la educación emocional primaria como educadores es:
1. Empezar el día con un check-in. No es necesario que sea un procedimiento complicado o que requiera mucho tiempo. Podría ser tan simple como un cordial saludo para dar la bienvenida o hacer una pregunta.
2. Utilizar la hora del cuento para momentos de aprendizaje. Las lecturas en voz alta son la herramienta perfecta para explorar temas socioemocionales con la clase, no solo con niños pequeños, sino también con niños mayores.
3. Trabajar en alianzas. Es importante brindar a los niños muchas oportunidades para trabajar con un compañero, para que puedan aprender a cooperar y construir una comunidad en el salón de clases.
4. Practicar muchos juegos de rol. A veces hay que ponerse en el lugar de otra persona para comprender verdaderamente una situación. Tomarse el tiempo para representar situaciones difíciles o problemáticas ayuda a los niños a desarrollar empatía y comprender los sentimientos de otras personas.
5. Hacer espacio para la escritura reflexiva. Es fundamental darle al estudiante tiempo para escribir un diario y escribir libremente. La escritura independiente es una actividad ideal para el aprendizaje híbrido.
Las competencias emocionales se definen como las capacidades funcionales con las que un ser humano puede alcanzar sus metas después de un encuentro que provoca emociones.
Conciencia de las propias emociones. Capacidad para discernir y comprender las emociones de los demás. Capacidad para utilizar el vocabulario de la emoción y la expresión. Capacidad de implicación empática. Capacidad para diferenciar la experiencia emocional subjetiva de la expresión de emociones externas. Enfrentamiento adaptativo a emociones aversivas y circunstancias angustiantes. Conciencia de la comunicación emocional dentro de las relaciones. Capacidad de autoeficacia emocional. Todas estas integran la lista de competencias emocionales.
En otras palabras, la competencia emocional sería la capacidad de toda persona para expresar libremente sus emociones y tiene que ver con la inteligencia emocional, es decir, nuestra capacidad de identificar esas emociones.
La competencia es el nivel de habilidad con el que alguien interactúa de manera constructiva con otras personas, desarrollando un entendimiento común más profundo centrado en el desarrollo del personal.
Educación emocional y bienestar. Enseñar a los jóvenes a desarrollarlas puede prepararlos para tener éxito tanto académica como socialmente. La educación emocional sigue siendo la respuesta.
La literatura nos proporciona información que de otra manera no estaría disponible sobre las formas en que las emociones se producen, experimentan y actúan en la vida social humana. Algo particularmente valioso porque profundiza nuestra comprensión de las relaciones mutuas entre la respuesta emocional y el juicio ético.
La literatura nos brinda una vista previa detallada de las experiencias humanas, lo que nos permite conectarnos en niveles básicos de emoción. Las novelas y los cuentos están llenos de emociones. Los personajes en ellos experimentan los altibajos de la condición humana y a medida que leemos, también sentimos cosas sobre los personajes y nosotros mismos.
Entendiendo esto, la enseñanza a través de lo que se conoce como literatura emocional puede mejorar la salud mental de los estudiantes, reducir la ansiedad y la depresión, frustrar el acoso y mejorar el rendimiento académico y el comportamiento en clase.
Cuando los estudiantes analizan las emociones de los personajes sobre los que están leyendo, no solo obtienen una mayor comprensión del texto, sino también una mayor comprensión de sus propios sentimientos.
Definitivamente, las emociones en la educación son fundamentales para el desarrollo integral del niño. La educación emocional no puede ser relegada a un segundo plano, sino que debe tener la misma importancia que la educación académica, sobre todo en tiempos de coronavirus.
