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17 de febrero | 2023
No hay nada más sano que una comunicación honesta, clara y atenta entre padres y hijos. Si los chavales piensan que pueden comunicar de forma abierta sus temores, sus ilusiones y sus tristezas, habremos dado un gran paso para la resolución de conflictos en el futuro. Es por eso muy importante que se haga desde muy críos, utilizando el lenguaje y las formas adecuadas a su edad.
En este artículo te sugerimos estrategias que pueden ayudarte a iniciar una conversación saludable con tus hijos, desde el respeto y la mayor atención. Puede que ya lo estés haciendo pero también puede suceder que lo estés de una forma que puede ser equivocada. Es vital que se genere un ambiente de armonía y evitar cualquier tipo de comunicación negativa.
Sigue leyendo y establece una comunicación efectiva con tus hijos siguiendo estos modestos consejos.
La comunicación es una herramienta esencial para fortalecer la confianza entre padres e hijos. Se trata de un ejercicio en el que debe imperar el diálogo respetuoso entre las partes. Durante el proceso, es esencial expresar tus opiniones y respetar la del interlocutor.
También es importante que ambos puedan escucharse y entender las necesidades mutuas. No tiene que ser un mecanismo para la imposición de reglas y puntos de vista. Al contrario, si se da una buena comunicación afectiva los más pequeños empiezan a formar una opinión favorable sobre sí mismos y se vuelven personas con más éxito social.
Sentir que son escuchados por sus padres los convierte en individuos más felices y plenos. Pero no es todo, ya que desarrollarán un sentido mucho más poderoso de la confianza hacia los adultos. Los padres tienen que ser muy cuidadosos con este asunto. Deben estar preparados para atender las demandas de sus hijos. Entablar una excelente conversación les permitirá saber qué les preocupa, que los motiva y qué les gusta.
Si, además, utilizas palabras llenas de afecto, el proceso comunicativo tendrá más éxito.
El diario español El Mundo ha identificado hasta seis importantes estrategias para lograr una conversación efectiva y afectiva con los hijos. Si eres padre o madre, estos consejos te van a interesar:
1. Escucha más de lo que hablas
Evita los interrogatorios innecesarios que generan incomodidad. Empieza con una sola pregunta y espera una respuesta honesta de su parte. Es necesario escuchar con atención todo aquello que te están contando. También es vital pensar muy bien qué responder para no caer en situaciones desagradables. Da tu opinión porque los hijos quieren saber qué es lo que estás pensando.
2. Ni discursos ni clases magistrales
Si deseas conectar con tu hijo, sé empático. No solucionarás nada con gritos o reproches, mucho menos con discursos larguísimos. Si lo haces de esa forma perderás su atención y su confianza.
3. Los problemas de ellos también son importantes
Nunca minimices sus problemas, pensando que como son niños o jóvenes pueden resolver cualquier asunto más fácil. Tampoco les hagas creer que tus problemas son mucho más importantes porque vas a perder su atención.
Recuerda que cualquiera de sus conflictos (aunque parezca insignificante) es esencial en su vida. Si no le das la importancia que merece, harás que se sientan menos seguros y que pierdan confianza en sí mismos.
4. Haz preguntas particulares
¿Quieres ahondar más en la vida de tu hijo sin parecer invasivo? Te recomendamos hacer preguntas muy claves. Algunos expertos sugieren preguntar si necesitan un superpoder. De esta manera, descubrirás si hay algo que le genera angustia y por eso necesita un poder sobrenatural para solucionarlo.
También puedes probar con las siguientes preguntas: ¿Te gustaría cambiar algo de tu vida? ¿Qué es lo que más recuerdas de un momento determinado? ¿Cuáles son tus objetivos este año? ¿Tienes algún problema con el que te pueda ayudar?
5. El respeto es la clave del éxito
Durante la conversación debe primar el respeto mutuo. Ambos deben escucharse con atención. Los padres necesitan saber qué problemas tienen sus hijos y estos quieren escuchar el punto de vista de los adultos.
Si no estás de acuerdo con la opinión del joven, hazlo saber. Pero es importante añadir que aunque estás en desacuerdo, respetas su perspectiva de la vida y que estás allí para apoyarlo en lo que necesite.
La organización Center For Effective Parenting hace alusión a este punto. Y responde con los siguientes consejos:
1. La comunicación debe empezar desde muy temprano
La comunicación efectiva debe empezar cuando los hijos son muy chicos. Los padres están obligados a cimentar las conversaciones de forma muy abierta a temprana edad. Es necesario generar un clima de cordialidad, armonía y amor. De esta manera se generará una confianza poderosa que dará los mejores resultados.
2. Comunícate al mismo nivel de tus hijos
Adapta la comunicación (física y verbal) al nivel de los hijos. Si es muy chico, utiliza un lenguaje claro para que pueda entenderte. A nivel físico, evita encumbrarte sobre ellos, ya que estarás infundiendo temor. La recomendación es colocarte a su altura: sentado frente a él, de cuclillas o rodillas.
3. El contacto visual es importante
Es una forma de mostrar tu interés a lo que estás escuchando. Si no lo haces, los pequeños van a creer que sus problemas no son importantes para ti. Por lo tanto, perderás su atención y confianza.
4. Atención completa
Si tu hijo te dice que necesita hablar, haz un hueco rápidamente en tu agenda para escucharlo. Evita leer el periódico, enviar mensajes de texto o mirar la televisión mientras te comentan un problema importante. Si no puedes darle un espacio en ese momento para la conversación, prométele que en las próximas horas le darás toda tu atención.
La comunicación negativa es bastante común. Algunos padres la utilizan de forma inconsciente sin saber el daño que acarrea. Estos son algunos ejemplos de comunicación negativa que deberías evitar:
1. Sermones tediosos
Los sermones se caracterizan por ofrecer información larga, inútil y repetitiva, sin dar paso a nuevas opiniones. Es recomendable conversaciones breves y concisas, pero sustanciosas. De lo contrario, no obtendrás la atención de tu hijo.
2. Interrupciones
¿Interrumpir? De ninguna manera. Los hijos deben ser escuchados con atención. Si interrumpes su discurso a cada momento, no querrán volver a comunicarse. Sentirán que no se les toma en cuenta.
3. Críticas
Criticar sus opiniones o sentimientos puede resultar una afrenta para los niños. Lo que sí debes cuestionar es su inadecuado comportamiento en algunas circunstancias.
4. No te quedes en el pasado
Si un problema fue ya corregido, es mejor dejarlo en el pasado. No intentes recordar un mal comportamiento previo, ya que estarás enseñando a vivir con un sentimiento de culpa y rencor que no beneficiará la comunicación.
5. No mientas ni amenaces
Las amenazas no generan ningún efecto positivo. Harán que tus hijos se sientan sin el poder necesario y rechacen cualquier acercamiento con los padres. Si eres honesto con tus hijos, ellos lo serán contigo. Es mejor no inventar excusas para evitar temas como el sexo.
